¿Son los telómeros culpables de nuestros envejecimiento?
Muy recientemente, fundados en los avances en el conocimiento de la estructura del ADN, se viene evolucionando desde la Medicina antienvejecimiento hacia una Medicina que gestiona y retrasa el deterioro de la salud de los seres humanos gracias a medidas de prevención. El resultado parece ser en un incremento de la longevidad con una importante calidad de vida. Se considera que los telómeros son una especie de reloj biológico y su observación puede servir para predecir la esperanza de vida de cada célula y, por tanto, del organismo humano.
De la enzima denominada telomerasa depende la regeneración y longitud de los telómeros. La comunidad científica está considerando que la elección de la dieta y las actividades individuales pueden favorecer el retraso en el acortamiento de los telómeros y, en consecuencia, alargar la esperanza de vida gracias a un estilo saludable de nuestros hábitos, evitando la oxidación y los procesos de inflamación.
Se repite constantemente desde el siglo pasado la importancia de dejar de fumar. Está comprobado que el tabaco incrementa el proceso oxidativo y favorece el envejecimiento. También se ha comprobado que la obesidad es una gran enemiga de la salud. Incluso se ha comprobado que la restricción en las cantidades de comida que ingerimos mejora la calidad de vida y favorece la longevidad. Una dieta saludable es imprescindible. Sin embargo, existen aún muchas discrepancias a la hora de diseñar lo que podríamos denominar una dieta saludable. Sólo hay unanimidad en algunos datos como que el incremento de los ácidos grasos omega-3 favorecen el mantenimiento de los telómeros.
También estamos acostumbrados a escuchar recomendaciones sobre la necesidad de incrementar el ejercicio. Y una de las razones fundamentales es que no solo nos ayuda a eliminar la grasa perjudicial sino que favorece la rápida movilización de los productos de desecho de nuestro cuerpo. Además se ha comprobado que favorece la eliminación del estrés. Al parecer, la tasa de telomerasa se activa y favorece el mantenimiento de la longitud de los telómeros.
En estudios realizados en gemelos (Twins Research UK) se ha observado que las diferencias en el tipo y número de bacterias intestinales da lugar a cambios en la grasa corporal. A mayor diversidad y cantidad de microbios intestinales menor era el peso. Parece ser que los cereales integrales, frutas, verduras y legumbres favorecen la variedad y cantidad de la llamada microbiota intestinal.