La música en España en el siglo XVIII: José Teixidor y Barceló
Bajo el reinado del ilustrado Carlos III (1759-1788) España era un importante actor dentro de Europa y los Pirineos no la separaban completamente del continente, como los Alpes no separaban a Europa.
Carlos III apoyó las artes y las ciencias pero no parece que España aportara gran cosa al mundo europeo de la música. Quizás la causa de esta pobreza musical, según algunos autores, esté en la baja demografía del país, diezmado por las continuas guerras de los siglos anteriores.
Para el desarrollo de una riqueza cultural hace falta un mínimo de población que, sencillamente, no existía más que en unas pocas ciudades. Y las clases dirigentes instaladas en dichas ciudades estaban pendientes de la moda de otros países, especialmente de Francia en ese momento. Las raíces se consideraban vulgares y la exquisitez siempre estaba al otro lado de las fronteras con el consiguiente daño cultural.
Probablemente Boccherini coincidiera en algún momento con el músico y compositor José Teixidor y Barceló, organista de la Capilla Real y estudioso de la historia de la música, cuyas composiciones se dedicaban principalmente a la música sacra. Teixidor, organista del convento de las Descalzas Reales y de la Capilla Real, nació en un pueblo de Lérida hacia 1752 y murió hacia 1811. Al parecer fue discípulo de Soler. Su aportación más importante es la redacción de una historia de la música que incorporaba la música española titulada Discurso universal de la música (1804).