Rebajar los niveles de insulina alarga la esperanza de vida

Un estudio biotecnológico defiende la reducción de hidratos de carbono en la dieta habitual que se traduce en una mayor esperanza y calidad de vida.

Rebajar los niveles de insulina alarga la esperanza de vida

El Daily Mail británico publicaba el 26 de octubre de 2010 un artículo titulado “¿Se puede vivir más tiempo reduciendo los hidratos de carbono en la dieta?” (en inglés) relacionado con la búsqueda de métodos para alargar la esperanza de vida de los seres humanos dirigido por la Dra. Kenyon. Estas investigaciones siguen su curso con importantes logros.

La profesora Cynthia Kenyon (para muchos científicos merecedora del Premio Nobel), de la Universidad de California y especialista en el estudio del envejecimiento humano, ha llegado a la conclusión de que rebajar la ingesta de hidratos de carbono (por ejemplo plátanos, patatas, pan, pasta, arroz o azúcares refinados) de la dieta habitual incide favorablemente en los genes responsables del envejecimiento humano. En este momento, la profesora Kenyon es Vicepresidente de investigación sobre el envejecimiento de la empresa Calico, fundada en 2013 con colaboración con Google.

Esta conclusión proviene de una investigación genética realizada en diversos gusanos (especialmente el “Caenorhabditis elegans”) que posteriormente se ha aplicado con éxito en ratones y que hace pensar que sea igualmente eficaz en humanos. Según el Dr. Jeff Holly, catedrático de la Universidad de Bristol, se trata de un descubrimiento revolucionario en el estudio del envejecimiento humano.

Al parecer, cuando se reduce drásticamente el consumo de calorías se actua sobre el comportamiento de dos genes relacionados con el control de insulina, que acaban por cambiar, actuando como el “elexir de la juventud”.

Pero ¿en qué consiste este tipo de dieta que pone en marcha los genes antienvejecimiento? La profesora Kenyon recomienda tomar ensaladas sin salsas que contengan azúcares, generosamente aderezadas con aceite de oliva virgen, frutos secos, muchas verduras, queso, pollo, huevos, carne picada y pescado. Añade diariamente alguna pieza de fruta y chocolate del 80% de cacao.


 

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